Juan Camilo Molina

Asesinato ambiguo

Me levanté en la mañana, con la misma mierda mental con la que me había muerto en la noche, como si no estuviese allí. Y lo supe cuando al despertarme nadie captó mi presencia, ¿Sería mi ignorancia? No lo sé, pero debí estar vacío o tal vez solo invisible. Lo único que recuerdo fue tomar un vaso con agua y con la misma palidez con la que lo tome, así tome la pequeña navaja que había en la cocina, así, oxidada y triste, un poco más que yo, igual de muerta e invisible. Ya era tarde, y recorrí el camino de porquería en el que vivía y salí por las calles oscuras de la noche y tan solo observaba el camino con tan poca decisión que parecía un borracho dormido que caminaba por el asfalto, y que lo único que lo sostenía en su paso eran las insaciables ganas de llegar a su destino; así mismo, a mí me movían las ganas de asesinarle, de clavar esa navaja y dejarle en el pellejo ese óxido tosco al rebanarle toda la cara, solo eso me movía, en ese camino de mimbre que eran mis pasos, ¿De mimbre? No, era tan solo una fachada fría; más fría que mi alma en ese momento, porque ni una sonrisa brotaba de mi cara al imaginarle desfalleciendo por la escasez de sangre; eran ya mis ojos, lo que era yo, invisibles y muertos. Allí me encontraba observándole por la ventana, con un escaso cigarrillo que de forma graciosa era más asesino que yo, lo pensé y nuevamente, ninguna sonrisa. Solo quería estar ahí y verle morir tan frágilmente mirarle a los ojos para verle por dentro. Entré y estaba en la cama alegre de su muerte, que tan sigilosamente me vio entrar y caminar por su cuarto, apreté su boca tan suave y abrió los ojos, esos ojos tan callados y alegres, tan mentirosos, pero de una forma hermosa, que sentía que alegrar&iac! ute;an a los míos tristes y profanos con cualquier pequeña y feliz mentira. De seguro vio los míos, toscos e inseguros, con lágrimas vacías y muertas en ellas, que caían hacia sus mejillas. Por ese momento en mis treinta años, solo por unos segundos fui feliz de ver sus ojos, y quise no hacerlo, quitar y apagar esa mirada hermosa de mimbre, ¿De mimbre? No, de fuego, como no tenía la mía; así mirándole, le ame, y quise decirle muchas cosas; dejar de sofocar sus labios pasivos y tontos que buscaban que era lo que apretaba su boca, quise hacerlo, quise dejar de estar encima suyo, pero cuando mire ya, el cuchillo oxidado, oxidado de penas y carne vacía y muerta, ya estaba atravesando su estómago, quise no hacerlo, pero vi la sangre, y sus ojos cerrarse, ojalá pudiese verle a los ojos de nuevo, pero ya deben estar muriéndose, en ese suelo cálido como sus ojos, mientras le observan las tristes miradas que dan los míos, como ya ustedes saben, vacíos y muertos.
Me levante en la mañana, con la misma mierda mental con la que me había muerto en la noche, como si no estuviese allí. Y lo supe cuando al despertarme nadie capto mi presencia, ¿Sería mi ignorancia? No lo sé, pero debí estar vacío o tal vez solo invisible. Lo único que recuerdo fue tomar un vaso con agua y con la misma palidez con la que lo tome, así tome la pequeña navaja que había en la cocina, así, oxidada y triste, un poco más que yo, igual de muerta e invisible. Ya era tarde, y recorrí el camino de porquería en el que vivía y salí por las calles oscuras de la noche y tan solo observaba el camino con tan poca decisión que parecía un borracho dormido que caminaba por el asfalto, y que lo único que lo sostenía en su paso eran las insaciables ganas de llegar a su destino; así mismo, a mí me movían las ganas de asesinarle, de clavar esa navaja y dejarle en el pellejo ese óxido tosco al rebanarle toda la cara, solo eso me movía, en ese camino de mimbre que eran mis pasos, ¿De mimbre? No, era tan solo una fachada fría; más fría que mi alma en ese momento, porque ni una sonrisa brotaba de mi cara al imaginarle desfalleciendo por la escasez de sangre; eran ya mis ojos, lo que era yo, invisibles y muertos. Allí me encontraba observándole por la ventana, con un escaso cigarrillo que de forma graciosa era más asesino que yo, lo pensé y nuevamente, ninguna sonrisa. Solo quería estar ahí y verle morir tan frágilmente mirarle a los ojos para verle por dentro. Entré y estaba en la cama alegre de su muerte, que tan sigilosamente me vio entrar y caminar por su cuarto, apreté su boca tan suave y abrió los ojos, esos ojos tan callados y alegres, tan mentirosos, pero de una forma hermosa, que sentía que alegrarían a los m&ia! cute;os tristes y profanos con cualquier pequeña y feliz mentira. De seguro vio los míos, toscos e inseguros, con lágrimas vacías y muertas en ellas, que caían hacia sus mejillas. Por ese momento en mis treinta años, solo por unos segundos fui feliz de ver sus ojos, y quise no hacerlo, quitar y apagar esa mirada hermosa de mimbre, ¿De mimbre? No, de fuego, como no tenía la mía; así mirándole, le ame, y quise decirle muchas cosas; dejar de sofocar sus labios pasivos y tontos que buscaban que era lo que apretaba su boca, quise hacerlo, quise dejar de estar encima suyo, pero cuando mire ya, el cuchillo oxidado, oxidado de penas y carne vacía y muerta, ya estaba atravesando su estómago, quise no hacerlo, pero vi la sangre, y sus ojos cerrarse, ojalá pudiese verle a los ojos de nuevo, pero ya deben estar muriéndose, en ese suelo cálido como sus ojos, mientras le observan las tristes miradas que dan los míos, como ya ustedes saben, vacíos y muertos.

Diesen Beitrag empfehlen:

Mit eigenem Mail-Programm empfehlen

 

Die Rechte und die Verantwortlichkeit für diesen Beitrag liegen beim Autor (Juan Camilo Molina).
Der Beitrag wurde von Juan Camilo Molina auf e-Stories.de eingesendet.
Die Betreiber von e-Stories.de übernehmen keine Haftung für den Beitrag oder vom Autoren verlinkte Inhalte.
Veröffentlicht auf e-Stories.de am 14.12.2014. - Infos zum Urheberrecht / Haftungsausschluss (Disclaimer).

 

Der Autor:

  Juan Camilo Molina als Lieblingsautor markieren

Bücher unserer Autoren:

cover

Im Dschungel der Phantasie von Elfie Nadolny



Die Anthologie ist nach der Anthologie: "Notizen aus der Vergangenheit, Verweht?" die zweite Anthologie des Inselchen-Forums (www.inselchen.com) und ein Ergebnis konstruktiver Zusammenarbeit und gemeinsamer Freude am Schreiben. Sie ist eine Blütenauslese der besten Märchen und Fantasiegeschichten, die die Herausgeberin sorgfältig ausgewählt hat.

Möchtest Du Dein eigenes Buch hier vorstellen?
Weitere Infos!

Leserkommentare (0)


Deine Meinung:

Deine Meinung ist uns und den Autoren wichtig!
Diese sollte jedoch sachlich sein und nicht die Autoren persönlich beleidigen. Wir behalten uns das Recht vor diese Einträge zu löschen!

Dein Kommentar erscheint öffentlich auf der Homepage - Für private Kommentare sende eine Mail an den Autoren!

Navigation

Vorheriger Titel Nächster Titel

Beschwerde an die Redaktion

Autor: Änderungen kannst Du im Mitgliedsbereich vornehmen!

Mehr aus der Kategorie "Horror" (Spanische Kurzgeschichten)

Weitere Beiträge von Juan Camilo Molina

Hat Dir dieser Beitrag gefallen?
Dann schau Dir doch mal diese Vorschläge an:

Bad year 2021 - Rainer Tiemann (Historical)