TERRESTRE APOCAMIENTO... (Neosurrealista experimental)

TERRESTRE APOCAMIENTO
(Neosurrealista experimental)

Solo el cielo solo,
es el triunfo de los huecos,
de los huesos solo,
he dicho a mis orejas…

Durante varios meses, al látigo golpean el silencio de las hojas,
con el humor viril, en tanto los obstáculos se esconden, llenos de granjas,
de vida nómada y de miel, por el amanecer del vino blanco, con kilogramos
encogidos a la mitad, de una foto. Ahí donde termina el falso saqueo,
y dibuja el mapa de la carretera un cigarrillo gris,
luego en cualquier mes, la punta se estremece humanamente,
con la proliferación, de las riquezas temerosas de los mamuts,
en el semicírculo de lianas invisibles hoy.

Con la saliva clavadas
Con las huellas del níquel
Donde el bien es telarañas
Donde el mal es mar.

Y casi muere por un ataque de rascacielos, entre las verduras usadas,
y la vida inútil. No la amamantó ese momento, logrando encarar
el aire con el calor fosforescente, y la moda del desconcierto,
con las trompas de los faros. Como todo el mundo es,
al principio de las mangueras de plástico, cuando cambian,
sus alimentos ancestrales, y los recursos no se encuentran todavía,
cuando siembran focos en la gramática y ven la granja agrícola hecha sintaxis,
en las amplias extensiones celestiales del desamparo.

Y las sirenas solo silencio
con el rumor en cada minuto
donde el equilibrio busca lupas
en la brújula de los caños.

Y en el extremo de una pestaña, se captura la impresionante claridad,
hecha obscuridad, con el privilegio anaranjado en una suerte de limbo,
aletargando las risas de una morsa, con el oxígeno que extraña la fatiga,
y los villanos de las historietas, al precio bioquímico, del placer sanguíneo,
por la negligencia del arsénico y el cianuro leyendo las noticias hoy,
bien arrugado el tiempo en la purificación de las montañas ,
con las docenas de destinos, por el férreo anonimato,
de las patentes servilletas. ¡Oh!. Terrestres perlas a los hombres.

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