Se que pensarás en mí cuando no te amen así…

Con el infinito deleite de mi cuerpo sobre tu pecho

mojando de ternura tu alma por completo

bautizando tus sedientos besos

sin pretender por un momento adueñarme de tus sentimientos.

Te amé enlazando mi respiración en aquel furtivo beso

acalorado acaso por mi voraz incendio

cabalgando mi cuerpo en los pinos del viento

con la misma audacia con que se mecen las horas en el tiempo.

Te amé con el ímpetu de una mujer

entregándote mí aliento en cada amanecer,

humedeciendo de jazmines tú desnuda piel

y en tus cristalinos besos el amor pude beber.

Te amé con el idilio retoñado en la alborada

donde tu sonrisa malva acompañaba mi mirada

y en sigilo el majestuoso viento tarareaba una canción lejana.

Te amé más allá del pretérito silencio.

De la atracción, del sexo.

De las frases dichas como evangelio

hasta embriagarte con mis excesos

...y fue esta hermosa locura de sentirme tan inmortal como la luna.

Amor sin ligaduras.

Amor de travesuras con las rutas vírgenes de mi hendidura.

…Es cierto, todo se acaba,

como acaba el día con las risotadas del alba

emergiendo la luna con trompetas anunciadas

y quizás en tus acantilados sueños recuerdes lo que hubo entre tú y yo

y al pasar el tiempo lamentes tu error

y en un grácil penacho despierte de nuevo la pasión y emprendas tu vuelo hasta mi corazón
Se que pensarás en mí cuando no te amen así…
Noris Roberts

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