Llegeix

A causa de la crisi, la gent està nerviosa i encara que la crisi no ens toque del tot si que ho fa una mica. La notem en la baixada de les vendes, als (en els)  preus,  que la feina no va del tot, els  acomiadaments, les botigues on la gent no entra a comprar. Els supermercats.

Tot està més car. I no podem pagar-lo tot.

A més a més, n’hi han un munt de cartells de “a la venda” de pisos nous. La gent no pot pagar tot això.

He vist al (en el)  meu entorn, a la vida real i als (entre els) amics i amigues d’internet, el nerviosisme consegüent darrere una crisis.   No sé a la vida virtual per que de la gent que només (sols) la conec per la denominació d’un nick sense parlar amb ella per telèfon – que tothom (tot el món)  enganya molt – o conèixer-la cara a cara no puc dir gens. Ja sabem que la gent, emparada darrere d’un nick o nom inventat, imaginat o d’un altre, menteix molt.  Però en la vida real si que em preocupa que la gent que va estar tota la seua vida fent feina honestamente, vegi amb desesperació tota  la seua obra per terra.

Hem passat de tot, bó i roí. I si ells – vosaltres – m’heu animat a mi dient-me que tot es pot arreglar amb molta fe, ganes, feina i temps, jo us dic a vosaltres lo (el) mateix. Sempre ens hem tingut i ara és lo (el) mateix (igual). Ho tenim tot: estima, companyia, ganes i imaginació. Sabeu que en tenim ací per al  que faci falta com jo us vaig tenir  a vosaltres quam em va fer falta.  Aquest és un bon poble, és una bona terra, sou bona gent. Així que tot sortirà bé i farem tot el que hem fet tota la vida: riure, ballar, cantar, fer feina sobretot i estar aquí edavant o darrere però si estar aquí. Al vent, la cara al vent que deia aquell.

A causa de la crisis, la gente está nerviosa  y aunque no nos  toque del todo si que lo hace un poco. La notamos en la bajada de las ventas, en los precios,  en que el trabajo no va del todo, los despidos, las tiendas donde la gente no entra a comprar. Los supermercados.

Todo está más caro. Y no podemos pagarlo todo.

Además, hay un montón de carteles de “a la venta” de pisos nuevos. La gente no puede pagar todo eso.

He visto en mi entorno, en la vida real y entre los amigos y amigas de internet, el nerviosismo consiguiente tras una crisis.   No sé a la vida virtual por que de la gente que nada más que la conozco por la denominación de un nick sin hablar con ella por teléfono – que todo el mundo engaña mucho – o conocerla cara a cara, no puedo decir nada. Ya sabemos que la gente, amparada tras un nick o nombre inventado, imaginado o de  otro, miente mucho.  Pero en la vida real si que me preocupa que la gente que estuvo toda su vida trabajando honestamente, vea con desesperación toda  su obra por tierra.

Hemos pasado de todo, bueno y malo. Y si ellos – vosotros – me habéis animado a mi diciéndome que todo se puede arreglar con mucha fe, ganas, trabajo y tiempo, yo os digo a vosotros lo mismo. Siempre nos hemos tenido y ahora es igual. Lo tenemos todo: cariño, compañía, ganas e imaginación.  Sabéis  que aquí me tenéis para lo que haga falta como yo os tuve a vosotros cuando me hizo falta. Este es un buen pueblo, es una buena tierra, sois buena gente. Así que todo saldrá bien y haremos lo que hemos hecho toda la vida: reir, bailar, cantar, trabajar  sobre todo y estar ahí, delante o detrás pero sí estar ahí. Al viento, la cara al viento que decía aquel.

Lee (escucha )

Mira ( huele y prueba)

Los sueños hacen falta, son necesarios.  Se han de perseguir porque son el alimento del alma. Si tú piensas que una cosa no ocurrirá, es la razón la que habla. Bien, tiene toda la razón, si no vas detrás de un objetivo, no pasará nada.  Pero si ayudas a la razón un poco en la consecución del sueño y  no la dejas sola, los sueños  se hacen realidad. Puede ser que la razón, cuando estamos bajos o deprimidos, nos comienza a trastear el cerebro porque quiere el aire, el agua, la esperanza que el sueño, su guía. Y ambos, razón y sueño, viven dentro del cerebro si te has dado cuenta. Bien, también los sentimientos, las frustraciones, los traumas y todo eso, bien, son cosas que nosotros hemos cogido, nos dieron o  nos impusieron.

Ayuda un poco a tu cerebro.  Busca tu sueño, cógelo y hazlo realidad. Y nada de dejarlo todo perdido o sin  hacer. Y tira todo lo que no te hace falta.

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